La hiperpigmentación es el oscurecimiento de un área de la piel o las uñas, causada por la melanina. La hiperpigmentación puede ser causada por el daño solar, inflamación o lesiones de la piel, incluidas las relacionadas con el acné vulgar.

La hiperpigmentación puede ser difusa o focal, que afectan a zonas como la cara y el dorso de las manos. La melanina es producida por los meloncitos (células encargadas de producir la coloración de la piel) en la capa inferior de la epidermis.

La luz UV estimula la actividad de los melanocitos, y donde las concentraciones de las células son más densas, ahí se lleva a cabo la hiperpigmentación produciendo manchas.

Habitualmente, la síntesis de melanina, se produce de forma regular en ojos, piel y cabellos. Pero a partir de los +/- 30 años de edad el número de melanocitos desciende, dejando de producirse melanina de forma homogénea en aquellas zonas donde ha habido una sobreexposición a la radiación solar. Es por ello que las manchas aparecen con más frecuencia en rostro, brazos y zonas constantemente más expuestas, y de apariencias como sombras más o menos oscuras y no uniformes, a las que se le denominan melasmas. Las manchas asociadas al embarazo reciben el nombre de cloasmas. Otro tipo son las de color oscuro y con varios milímetros de diámetro que surgen de forma localizada, a las que se les denomina lentigos. Las efélides son esas pequeñas pecas de color marrón que aparecen en la cara y zonas más expuestas como las manos.

Tratamiento de la hiperpigmentación puede incluir hidroquinona, ácido azelaico, ácido ascórbico, la tretinoína (Retinol), glucocorticoides tópicos, y el extracto de regaliz.

Todos los tratamientos fallan si el área afectada está expuesta al sol sin la adecuada protección UVA / UVB.

Actuar por tanto sobre la hiperpigmentación ó hipercromía resulta un proceso lento y no siempre satisfactorio, porque tiende a reaparecer. Como en otros problemas cutáneos, reside la mejor solución en la prevención. El uso de ropa protectora y de protectores solares junto con una inteligente exposición solar (que debe entenderse a lo largo de todo el año y no solamente en verano), es el mejor arma para combatir el problema.