
Aquí les van mis sencillas recomendaciones, para que sus hijos aprendan a llevar una vida más sana.
Recuerda que los niños comen menos cantidad de alimentos que los adultos, además que especialmente en épocas de reuniones familiares, ellos prefieren el juego a los alimentos, así que no los obligues a comer más de lo que ellos pidan, sólo recuerda mantener reglas y horarios para las comidas y con ello fomentar buenos hábitos. No los acostumbres a comer las mismas porciones que tú.
Cuando prepares guisados muy elaborados, procura servirles y prepararles alimentos que sean más acordes a su edad y haz que prueben los estos platillos poco a poco, ya que los condimentos con los que son preparados pueden ser muy irritantes para su estómago. Intenta incorporar muchos colores a los platillos para hacerlos más llamativos.
Es normal que en fiestas los dulces de las piñatas y las bolsitas no falten. Pero puedes controlar los que ellos consuman pues el exceso de azúcar en sangre altera su apetito, llevándolo a tener una mala alimentación, a la cual se puede acostumbrar si no se controla. A demás puedes crear tus propios postres saludables, de esta manera evitas los empaquetados y sabes que sí son naturales.
Como padres es indispensable enseñarle a los hijos a través del ejemplo, si ellos observan que tomas agua natural en lugar de refrescos, ellos tomarán el mismo hábito. Recuerda que somos su mayor ejemplo.
Evita bebidas con azucar. Si ya de entrada, casi todos los productos en el mercados son azucarados y procesados, no caigas en la tentación (porque es muy fácil) de comprarles frutos y jugos con demasiada azucar y mucho menos refresco. Eso queda prohíbido. Mejor elige las bebidas naturales, prepara una rica agua de sandía o melón.
No hay que excederse, nunca debemos como padres olvidar poner un límite a nuestros hijos. De poco a poco se van haciendo costumbres, no dejes que se pasen de más. Sé que es difícil a veces poner un límite, pero recuerda que es por su bienestar.
Sabemos que es difícil seguir un plan adecuado de alimentación en estas épocas pero es importante que los días entre semana y cuando no hay celebración alguna no se pierdan los buenos hábitos, no hay que relajarse con los niños, porque están en una etapa muy vulnerable donde adquieren buenas y malas conductas de salud.